Las invito a leer este hermoso cuento que, por lo menos a mí, me emocionó hasta las lágrimas.
A veces, nos dejamos influenciar por terceros en cosas que sólo nosotros sabemos cómo y qué sentimos. Puede ser un consejo bien intencionado, pero nuevamente, somos NOSOTRAS las que tenemos que decidir; no dejarnos llevar.
Lean y entenderán a qué me refiero:
"El Gusano y el Escarabajo"
Un gusano y un escarabajo eran amigos y se pasaban charlando largas horas.
El escarabajo estaba consciente de que su amigo el gusano era muy limitado en movilidad, tenía visión muy restringida y era muy tranquilo y pasivo comparado con los escarabajos.
El gusano, por su parte, estaba muy consciente de que su amigo el escarabajo venía de otro ambiente, y de que, en comparación con los gusanos de su especie, comía cosas desagradables, era muy acelerado, tenía una imagen grotesca y hablaba con mucha rapidez.
Un día, la compañera de vida del escarabajo le cuestionó a éste su amistad con el gusano, preguntándole cómo era posible que caminara tanto para ir al encuentro de un ser tan inferior, un ser tan limitado en sus movimientos… y por qué seguía siendo amigo de alguien que ni siquiera le devolvía los saludos efusivos que el escarabajo le hacía desde lejos.
Pero el escarabajo estaba consciente de que, debido a lo limitado de su visión, el gusano muchas veces ni siquiera veía que alguien lo saludaba y, si acaso llegaba a notarlo, no distinguía si era o no el escarabajo, y por ello no contestaba el saludo.Sin embargo, el escarabajo calló para no discutir con su compañera.
Fue tanta la insistencia de la escarabaja y tantos sus argumentos cuestionando la amistad que su compañera mantenía con el gusano que el escarabajo decidió poner a prueba esa amistad alejándose del gusano para esperar a que éste lo buscara.
Pasó el tiempo, y un día llegó la noticia de que el gusano estaba muriendo, pues su organismo se había resentido por los esfuerzos que cada día hacía para ir a ver a su amigo el escarabajo y, como no lo conseguía durante toda una jornada diurna, el gusano tenía que volver sobre sus pasos para pasar la noche en el refugio de su propia casa.
Al saber esto, el escarabajo, sin preguntar a su compañera, decidió ir a ver al gusano.
En el camino se cruzó con varios insectos que le contaron de las diarias e infructuosas peripecias del gusano para ir a ver a su amigo el escarabajo y averiguar qué le había pasado.
Le contaron de cómo se exponía día a día para ir a buscarlo, pasando cerca del nido de los pájaros.
De cómo sobrevivió al ataque de las hormigas y así sucesivamente.
Llegó el escarabajo hasta el árbol donde yacía el gusano esperando ya el momento final. Al verlo a su lado, el gusano, apenas con un hilo de vida, le dijo al escarabajo cuánto le alegraba ver que se encontrara bien.
Sonrió por última vez y se despidió de su amigo sabiendo que nada malo le había pasado a éste.
El escarabajo sintió vergüenza por haber permitido que las opiniones de otros minaran su amistad con el gusano y sintió dolor por haber perdido las muchas horas de regocijo que las pláticas con su amigo le proporcionaban y, sobre todo, por haberle puesto en una situación que le causó la muerte.
Al final entendió que el gusano, siendo tan diferente, tan limitado y tan distinto de lo que él era, era su amigo, a quien respetaba y quería porque, a pesar de pertenecer a otra especie, le había ofrecido su amistad.
Y así aprendió varias lecciones ese día:
Primera:
La amistad está en ti y no en los demás.
Si la cultivas en tu propio ser, encontrarás el gozo del amigo.
Segunda:
El tiempo no condiciona las amistades.
Tercera:
El tiempo y la distancia no son los factores que destruyen una amistad: la destruyen las dudas y nuestros temores.
Cuarta:
Cuando pierdes a un amigo, una parte de ti se va con él. .. Las frases, los gestos, los temores, las alegrías, las ilusiones,… todo lo que ambos compartieron en el tiempo, se va con él.
El escarabajo murió poco después.
Nunca se le escuchó quejarse de quien mal lo aconsejó, pues fue decisión suya el prestar oídos a las críticas sobre su amigo.
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Si tienes un amigo no pongas en tela de juicio lo que él es, pues sembrando dudas cosecharás temores.
No te fijes demasiado en cómo habla, cuánto tiene, qué come o qué hace, pues con ello estarás echando en saco roto tu confianza.
Reconoce la riqueza de quien es diferente a ti y, aun así, está dispuesto a compartir contigo sus ideales y temores.
Un verdadero amigo defiende a sus amigos.
Un verdadero amigo sabe cuando escuchar y cuando hablar.
Un verdadero amigo es aquel que no siempre nos diga todo lo que queramos oír.
¡Un verdadero amigo es un tesoro... cuidalo!
¿Es para pensar, no les parece?
Un beso grande a cada una y que tengan un hermoso fin de semana (dejando de lado el clima... acá está lloviendo hoy...).
8 comentarios:
Hola Monica
precioso relato, y tan cierto en muchas ocasiones.
un besito y cuidate
Isabel
muy lindo lo que publicaste, lo lei y despues lo comente con mi familia y les gusto a todos.
que empiezes un linda semana,
cariños.
Muy lindo el texto Mónica. Espero que estés mejor. Cuidate mucho.
Un beso
Hola Mónica.. precioso tu post y para reflexionar sin dudas!!
Hoy lunes sigue el tiempo feo, pero bueno, pensemos que al campo le vendrá bien para la grans sequía que hay!
Te mando un beso y buen comienzo de semana♥
hola monica, espero que te encuentres mejor, y el cuento es precioso y tan cierto como la vida misma,
un besote.
HOLA MONI!!!
Una notica con deseos que estes mejorcita y ANIMO!!!
Cuidate mucho, un bssss,
Sayda
Hola MOni, me encanto el cuento,muy acertado en todo lo que dice, te cuento q yo tambien sufro de ataques de panico, asi que cuando necesites hablarme del tema, contarme algo no dudes en hacerlo mi mail es julietacastrelo@hotmail.com, en lo que pueda te ayudare encantada, besotes sigo en contacto"!!
Hola Mónica, te dejé un mensajito días atrás. Está vez es para saber cómó sigues??. Desde Chile te doy todo el ánimo para seguir adelante y te mando un gran abrazo a la distancia.
Muchas bendiciones del Señor.
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