sábado, 25 de octubre de 2008

El tren de la vida

EL TREN DE LA VIDA

La vida no es más que un viaje por tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros.

Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres.
Lamentablemente la verdad es otra.
Ellos se bajarán en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía irreemplazable. No obstante, esto no impide a que se suban otras personas que nos serán muy especiales.

Llegan nuestros hermanos, nuestros amigos y nuestros maravillosos amores. De las personas que toman este tren, habrá los que lo hagan como un simple paseo, otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje, y habrá otros que circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo necesite.

Muchos al bajar, dejan una añoranza permanente; otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon el asiento.

Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son tan queridos se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga hacer el trayecto separados de ellos. Desde luego, no se nos impide que durante el viaje, recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos, pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento.

No importa, el viaje se hace de este modo; lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas... pero jamás regresos.

Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible. Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo que tengan de mejor.

Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos ya que nosotros también muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda.

El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos, mucho menos donde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado.

Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia. Creo que sí.

Separarme de algunos amigos de los que me hice en el viaje será doloroso. Pero me aferro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron.

Hagamos que nuestra estadía en este tren sea tranquila y que haya valido la pena.

Hagamos tanto, para que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje añoranza y lindos recuerdos a los que en el viaje permanezcan.

***

Creo que este texto es muy hermoso y claro.

Disfrutemos del viaje y las personas que conozcamos en su trayecto.

¡Buen fin de semana, amigas!

Un beso grande,

Mónica


Lo prometido es deuda.

Este es uno de los algodoneros que bordé.




Visto de cerca (no muy buena foto).



Vista completa.

¿Les gustó?

:)

9 comentarios:

Gaby dijo...

Es una hermosura!!!!!
me encanto te dejo un beso enorme!!!

mis artesanias dijo...

precioso¡¡¡¡ el bordado u muy linda la reflexion, me gusto mucho, un beso

MARIA DEL CARMEN dijo...

Un bordado precioso!
"El tren de la vida" ya lo conocía y es muy bello y emotivo!
Buena semana, guapa!
Besos

Anónimo dijo...

Moni, definitivamente eres una artista en el bordado con cintas. muy lindo tu trabajo.
Bsssssssssssss sayda

Anónimo dijo...

TE CONVIDAMOS A VER NUESTRO SITE www.coeurrouge.com.ar , QUEREMOS CONTAR CON VOS !!! ABRAZOS IVANA/SERGIO

BrujaCanela dijo...

Lindo Texto!! me gustó mucho...
Tu bordado con cintas precioso!!!
queda tan delicado ..una maravilla!

Besitosss!

BrujaCanela

.. dijo...

Te quedó precioso el algodonero Moni! El bordado con cintas es algo que siempre queda fino y muy bonito... hermosa la reflexión!
Besosss♥

Marimar dijo...

a mi si me gusta
besos
Marimar

. dijo...

Ohhhhhh!!!!!que chulo!!
Un saludo de BARCELONA!!!