Un beso a todas y un nuevo cuento...

Hola amigas,

¡Tanto tiempo!
Es que no tengo demasiado acceso a la computadora ahora en vacaciones.

Paso rapidito para dejarles un beso grande a todas y un nuevo cuento que espero les guste.

Trataré de pasar más seguido y de visitarlas en sus blogs también...

Cariños,

EL CARTÓN DE LECHE

Un joven asistió a una reunión en donde se habló acerca de escuchar y obedecer la voz de Dios.
El joven estaba maravillado: ¿Dios le habla a la gente? pensó.
Luego de la reunión, con unos amigos, siguieron charlando sobre las diferentes formas en que Dios le habla a la gente...
Eran cerca de las diez de la noche cuando el joven comenzó a conducir su automóvil de regreso a casa. Sentado en su coche, se detuvo un momento a orar:
"Dios, si en realidad tu le hablas a la gente, háblame. Voy a escucharte y voy a hacer mi mayor esfuerzo para obedecerte".
Iba manejando cuando sintió: "detente y compra un cartón de leche."
Algo confuso, dijo: -"¿Señor, eres tu?".
No recibió respuesta, así que siguió.
Pero de nuevo sintió:” compra el cartón de leche”.
-"Muy bien Dios, en caso de que seas tu, voy a comprar la leche."
Se detuvo, compró el cartón de leche y reinició su regreso a casa.
Iba pasando por la calle Séptima cuando de nuevo sintió la urgencia:
"Da vuelta en esta calle".
"¡Esto es una locura!" -pensó- y pasó de largo la intersección.
Pero, una vez más, sintió la necesidad de volver a esa calle, por lo que dio la vuelta y regresó.
Riéndose murmuró: "De acuerdo, lo haré".
Manejó por algunas cuadras cuando, repentinamente, sintió que debía detenerse. Dio vuelta en una curva, se bajó y miró a su alrededor.
Los negocios estaban cerrados y muchas de las casas se veían oscuras, pues ya era tarde y probablemnte sus habitantes ya estaban en la cama.
De nuevo sintió algo: "Ve y dale la leche a la gente de la casa que está cruzando la calle".
El joven miró la casa. Estaba oscura. Parecía que sus dueños habían salido o estaban durmiendo.
- "Esto es insano, esta gente está durmiendo y yo estoy aquí haciendo una locura; parezco un tonto" .
Pero otra vez sintió la necesidad de ir y entregarles la leche.
-"Está bien Dios, si eres Tú, voy a ir hasta la puerta y voy a darles la leche; seré obediente. Pero si no contestan, me iré de aquí".
El joven cruzó la calle y tocó el timbre.
Escuchó algunos ruidos adentro, y oyó una voz de hombre:
-¿Quién es; qué quiere?
La puerta se abrió antes que el joven tuviera tiempo de marcharse.
El hombre estaba parado ahí en jeans y remera. Parecía como si recién hubiese salido de la cama.
Su rostro lucía raro, y no se veía muy contento por el extraño que estaba parado frente a su puerta.
-"¿Qué es esto?"
El joven le ofreció el cartón de leche.
-“Traje esto para usted"
El hombre miró la leche y se fue adentro diciendo algo en otro idioma.
Desde adentro, vino una mujer, tomó la leche y se la llevó a la cocina.
El hombre la siguió cargando a un bebé que lloraba.
Había lágrimas corriendo por el rostro del hombre, cuando comenzó a hablar, y dijo:
"Sabe, mi esposa y yo estábamos orando. Es que este mes tuvimos grandes gastos y nos quedamos sin dinero para comprarle leche al bebé.
Le estaba pidiendo a Dios que me mostrara cómo conseguir algo de leche para él."
Su esposa dijo desde la cocina:"Yo le pedí que enviara un ángel o algo... ¿Es usted un ángel?"
El joven buscó en su billetera, sacó todo el dinero que tenía, lo puso en la mano del hombre y, sin más, se dio la vuelta y caminó hacia su auto sin mirar atrás.

Ahora él sabía cómo Dios contesta las oraciones…

*
¿No es lindo?
¿Cuántas veces recibimos una contestación a nuestras oraciones a través de un extraño?
Y, cuántas veces somos, nosotros mismos guiados por El hacia alguien que nos necesita...

No me canso de decirlo... Miremos a nuestro alrededor; es muy probable que haya alguien a quien ayudar.

Un beso grande a todas,
Mónica